Inauguración de la exposición de verano en el Ecomuseo Farinera: Barras y “rocs”. Panaderías y pastelerías de Castelló d'Empúries
La inauguración será el acto de clausura de la Feria Del campo a la mesa. Fiesta de la siega, que tendrá lugar el próximo domingo 16 de junio.
Castelló d'Empúries ha tenido una larga tradición de panaderías y pastelerías entre el s. XIX y XX. Una tradición que, junto con la actividad agrícola en torno al trigo y la producción de la harina, han estado en el centro de la feria que anualmente organiza el Ecomuseo Farinera, este año bajo el nuevo marco de la Feria Del Camp en la mesa, de la que el próximo domingo 16 de junio se celebra la edición de verano, la Fiesta de la Siega.
En el marco de la feria y como acto de clausura se inaugurará la exposición Barras y “rocs”. Panaderías y pastelerías de Castelló d'Empúries, que se podrá visitar en la Sala del Trigo del museo hasta finales de septiembre. La exposición es el fruto de un proceso de investigación en el que se ha estado en los últimos tiempos y en el que ha participado el personal del museo, el estudiante en prácticas Marta Duran y Manel Puig. Y en lo que se ha realizado una búsqueda sobre el pasado histórico de estos establecimientos rescatando memorias personales, fotografías familiares, objetos, embalajes de las especialidades. Una parte importante de la investigación se centró en entrevistas personales a personas directamente vinculadas con la historia de estos establecimientos: Mª Antònia March, Antonio Martín, Assumpció Caussa, Pilar Malloll, etc.
La exposición realiza un recorrido por los cambios que se han sucedido en el proceso de elaboración de pan y pasteles. Desde amasar el pan en casa y llevarlo a cocer los hornos, haciendo marcas personales para que cada casa reconozca el suyo. Hasta el paso de las droguerías a las pastelerías modernas, con especialidades propias. La primera especialidad dulce de la villa fueron los “rocs” de la Confitería La Palma, que estaban hechos de merengue cocido. Y el resto de pastelerías de Castelló d'Empúries fueron creando una especialidad: himalayas y ampurdanesas de Can Mallol, humedales de Can Ripoll, teclas de santa María, bullones y bitones de Can Surroca, las rocas y los milagros de san Agustín de can Puig, etc.
El negocio de hacer pan y tartas era generalmente familiar. Algunos de los panaderos que se establecieron en Castelló d'Empúries venían de pueblos de alrededor y surgieron algunas de las estirpes de panaderos y pasteleros de la villa. El hecho de que hubiera una harinera en la misma villa favorecía que los panaderos y pasteleros accedieran a la materia prima con mucha facilidad. Para aprender el oficio, de jóvenes iban a hacer de aprendiz a diversas pastelerías de Figueres, Torroella de Montgrí e incluso de Barcelona. Con el boom del turismo, el modelo de negocio cambió. Había que dar respuesta al aumento de la demanda de pan y baguettes y los panaderos se asociaron.
Éstas son las historias de vida que se podrán ver este verano en las salas de exposición temporal del museo. A través de testimonios, objetos y fotografías se hará un breve recorrido por la historia de estos establecimientos que han realizado y hacen las delicias de nuestros paladares.
Esta actividad se ha llevado a cabo con el apoyo de la Diputación de Gerona y el Departamento de Cultura de la Generalidad de Cataluña.